martes, 7 de octubre de 2008

Idolatría

“Cambiaron la Gloria del Dios inmortal por imágenes con forma de hombre mortal, de aves, de animales o de serpientes.”


En estos tiempos que corren las horas se hacen cada día más preciadas, cada minuto cuenta y se lo debe aprovechar al máximo. Al parecer estamos muy ocupados con nuestro trabajo, con nuestros deberes, con nuestro estudio y nuestras familias como para andar pensando en si existe un Dios y menos aún que nos dice.

Esta ignorancia y/o descuido de la gente hacia lo religioso, hacia sus creencias ha hecho que muchos cayeran en prácticas prohibidas o directamente alejarse de toda fe.

La idolatría es una de esas tantas prácticas de la cuál debemos alejarnos. Pero hay mucha desinformación y mucho desinterés. Pero para aquellos que están interesados analicemos esta práctica que por lo “misterioso” se ha hecho algo común en nuestros días.


¿Qué es entonces la idolatría? Según la biblia se define por la adoración a imágenes, estatuas, monumentos de personas, animales o cosas. “No te hagas estatua ni imagen alguna de lo que hay arriba, en el cielo, abajo, en la tierra, y en las aguas debajo de la tierra. No te postres ante esos dioses, ni les des culto, porque Yo, Yavé, tu Dios, soy un Dios celoso.” (Éxodo 20:4,5)

Tanto en el antiguo como en el nuevo testamento se rechaza la adoración a los ídolos.

Sabemos por las escrituras que los judios luego de salir de Egipto pactaron solo servir a Dios y a nadie más fuera de Él, mientras que sus ancestros habían adorado a otros dioses “Dejen a un lado esos dioses que sus padres adoraron en Mesopotamia y en Egipto, y sirvan sólo a Yavé.” (Josué 24:14)

Dios ama a los que le sirven pero muestra su ira con aquellos que desobedecen “Al ver Yavé que lo abandonaban para servir a Baal y a Astarté, se enojó contra su pueblo, entregándolo en manos de saqueadores que los dejaron en la miseria. El mismo los vendió a sus enemigos que de todas partes se echaban sobre ellos, y no podían hacerles frente.” (Jueces 2:13,14)

La idolatría es una violación a los dos primeros mandamientos ya que “Nadie ha visto nunca a Dios” (1 Juan 4:12) por lo cuál no puede ser representado. Dios no prohíbe las estatuas y monumentos pero sí los prohíbe si son razón de adoración (o veneración como se excusan algunos). Cualquier objeto o cosa destinada a reemplazar el lugar de Dios es considerado como una práctica idólatra “No se hagan ídolos, ni levanten estatuas o monumentos, ni coloquen en su tierra piedras grabadas para postrarse ante ellas, porque yo soy Yavé, el Dios de ustedes” (Levítico 26:1)

En el nuevo testamento también se condena esta práctica a la que muchos creyentes se ven arrastrados y atraídos. “No se hagan servidores de ídolos, como algunos de ellos les sirvieron…” (1 Corintios 10:7) “¿No saben que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No se engañen: no heredarán el Reino de Dios los que tienen relaciones sexuales prohibidas, ni los que adoran ídolos…” (1 Corintios 6:9).

Cuando se hace algún sacrificio u ofrenda a algún ídolo se la hacen a los demonios y no a Dios como dice en 1 Corintios 10:19-22. “Si somos, pues, de la raza de Dios, no debemos pensar que la divinidad sea semejante al oro, a la plata o a la piedra, obras del arte y del ingenio humano.” (Hechos 17:29) “Cambiaron la Gloria del Dios inmortal por imágenes con forma de hombre mortal, de aves, de animales o de serpientes.” (Romanos 1:23)

En el mundo moderno podemos ver idolatría a imágenes y estatuas por todos lados. Los musulmanes con la meca, los budistas con las estatuas de Buda y los católicos con sus imágenes y estatuas de Cristo, María y los santos.



(Salmos 115:3-9)

Nuestro Dios está en los cielos;
Todo lo que quiso ha hecho.
Los ídolos de ellos son plata y oro,
Obra de manos de hombres.
Tienen boca, mas no hablan;
Tienen ojos, mas no ven;
Orejas tienen, mas no oyen;
Tienen narices, mas no huelen;Manos tienen, mas no palpan;
Tienen pies, mas no andan;
No hablan con su garganta.
Semejantes a ellos son los que los hacen,
Y cualquiera que confía en ellos.
Oh Israel, confía en Jehová;
El es tu ayuda y tu escudo.”


(Jeremías 10:3-6) “Porque las costumbres de los pueblos son vanidad; porque leño del bosque cortaron, obra de manos de artífice con buril.
Con plata y oro lo adornan; con clavos y martillo lo afirman para que no se mueva.
Derechos están como palmera, y no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos, porque ni pueden hacer mal, ni para hacer bien tienen poder.
No hay semejante a ti, oh Jehová; grande eres tú, y grande tu nombre en poderío.”


Al pedirle cosas a la virgen o a los santos se comete idolatría más allá de que no se use una estatua o imagen ya que se pone a una figura en el lugar de Dios. Únicamente a Él por medio de nuestro Señor Jesús deben ir nuestras plegarias y rezos.

Igualmente vemos que el término idolatría es aún más amplio que al uso de imágenes. Se usa por ejemplo para hablar sobre el dinero "No podéis servir a Dios y al dinero" (Mateo 6:24); o para hablar sobre las cosas materiales y el valor excesivo que les da el hombre (Efesios 5:5; Colosenses 3:5). Es decir que cualquier cosa, sea o no material, que ocupe el lugar de Dios es idolatría.


Resumiendo podemos decir de la idolatría:


La idolatría consiste en adorar imágenes (Isaías 44:17)


Ofrecerles sacrificio (Sal. 106:38)


Adorar a dioses ajenos (Deuteronomio 30:17)


Mentar a dioses ajenos (Exodo 23:18)


Andar en pos de dioses ajenos (Deuteronomio 8:19)


Hablar en nombre de dioses ajenos (Deuteronomio 18:20)


Mirar a dioses ajenos (Oseas 3:1)


Servir a dioses ajenos (Jeremías 5:19)


Temer a dioses ajenos (2 Reyes 37:35)


Ofrecer sacrificios a dioses ajenos (Exodo 22:20)


Rendir culto al Dios verdadero por

medio de imágenes (Exodo 32:4-6; Sal 106:19-20)


Adorar a los ángeles (Colosenses 2:18)


Adorar a los difuntos (Salmo 106:28)


Es cambiar la gloria de Dios en

semejanza de imagen (Romanos 1:23)


Es cambiar la verdad de Dios

en una mentira (Romanos 1:25)


Aquellos que cometen idolatría, a no ser que se arrepientan, sufrirán grandes castigos, léase castigo de muerte jurídica (Deuteronomio 17:2-5), terribles juicios que terminan en la muerte (Jeremías 8:2; 16:1-11), Destierro (Jeremías 8:3; Oseas 8:5-8; Amós 5:26-27), exclusión del cielo (1 Cor. 6:9-10; Efe. 4:5; Rev. 22:15), tormentos eternos (Apocalipsis 14:6-11; 21:8). Por eso es importante saber esto y pedir perdón por nuestros pecados a Dios, Padre nuestro y de nuestro Señor Cristo Jesús.


“La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.”